La vuelta
En un hermoso día de otoño, el humano decide darnos una vuelta. Ella sujeta mi correa delante de la puerta – Tintín – y atrapa el gato furtivo. Afuera, las hojas de colores brillantes flotan en la brisa vigorizante, y la luz siente cálida en mi pelo grueso. Como siempre, el gato tiene una actitud mala. Cuando el humano levántalo al coche, grita un enojado MIAU. Salto con excitación desde la acera granulada al asiento de cuero suave. Cuando el humano inserta la llave del coche en la ranura, la máquina cobra vida – BARRUM. A través de la ventana, el viento enfría mi nariz mojada, y no puedo resistir: ¡Guau, guau, guau! yo exclamo. Este momento es absoluta felicidad.