Es dicho que la música es una idioma universal, pero la verdad es que todos tipos de la música son tan distintos como las culturas que los crean. Por la mayoría, la gente americana es entrenado de manera europea de oír. Esta significa que queremos consonancia simple, pura, y bien organizada por marcos geométricos basados en el ritmo regular. Sin embargo, hay música que no pertenece a la tradición occidental de lugares como Bali, al norte de Australia en Indonesia. Un ejemplo de esto tipo de música, el conjunto gamelan, se presenta recientemente en la Universidad de Richmond.
Al entrar la sala en que se presenta el teatro de sombras, la presentación del conjunto gamelan, todavía parece como algo normal salvo que no hay nada etapa para los instrumentos ni la presentación. Hay un sentido de unidad y comunidad entre la obra y la audiencia que no existe en teatro formal. Un profesor introduce la obra y la cultura que celebra, y un silencio cae en la sala. Desde la primera nota el sonido explota y parece desordenado. Notas disonantes te golpean a las orejas y la música es difícil entender, pero gradualmente alguien encuentra el ritmo y puede notar la síncopa compleja de veinte personas con voces distintas. En medio del tempestad de sonido, todavía encuentras orden y hermosura que parece casi extraterrestre. La única luz viene de las escenas de sombras al frente de la audiencia, al lado del conjunto gamelan, y sirve como núcleo de toda la actividad en la sala. Sin duda, el teatro de sombra y el conjunto gamelan logran el propósito de unir la comunidad que mira a la presentación.
El gamelan se usa en ceremonias religiosas comunales, y se toca todos los días. Esto sentido de ceremonia y la comunidad es palpable en la presentación con cuerpos agitándose, susurros deslizándose por el aire, y niños fijándose detrás del escenario para ver a los instrumentos y presentadores. Toda la sala vive, pero se une por el sonido y se centra en la luz. El conjunto se compone de varios instrumentos de percusión construidos de madera y metal, y las notas que se tocan son sintonizados de frecuencias diferentes que las de la notación occidental. Por eso, las notas interactúan y crean un sonido que pulsa mientras las ondas sonoras interactúan, un fenómeno que se evita en la composición occidental. Sin embargo, esto sonido representa la importancia del mar y las olas en la vida balinés.