Author: Adriana Ramirez

“Si la patria es pequeña uno grande la sueña”

Leon, Nicaragua. Era 1979, la revolución Sandinista estaba dándose lugar en Nicaragua, el país estaba entrando en guerra y mi madre, de apenas 15 años, tuvo que dejarlo. Las aguas se calmaron en 1990, cuando tuvimos elecciones que por primera vez no enmarcaban un fraude. Ese mismo año en una fiesta celebrando el fin de la revolución, mi mamá conoció a mi papá y a como los cuentos de hadas, me gusta creer que fue amor a primera vista. En 1991 se casaron y volvieron a Nicaragua con el deseo de crear una familia. En 1992 nació mi hermano y tan solo 3 años después nací yo. Sin embargo, mi madre pensó en el futuro que podía aguardarnos debido a los constantes conflictos políticos que se daban en mi país y como estrategia de seguridad, decidió que mi hermano y yo naciéramos en Estados Unidos. En 2006 se dieron las cuartas elecciones desde la revolución y Daniel Ortega, líder de la revolución, ganó elecciones presidenciales por un margen de 7%. Ahora es 2016, se vienen las próximas elecciones y nuestra situación actual se resume en esto: Daniel continúa en el poder como presidente inconstitucional tras haber ignorado la constitución política en las elecciones del  2011, planea volver a correr para la presidencia y lo que me constituye ami, pues me encuentro estudiando en la Universidad de Richmond, 2962 Km de distancia de mi casa, tratando de armar mi futuro, con la esperanza de volver a Nicaragua al graduarme y de algun dia generar cambios en mi país.

Richmond, Virginia. Caminando por los pasillos de la biblioteca, pasando entre las mesas de la cafetería o cuando cruzas el lago, te encuentras escuchando todo tipo de conversaciones; que si vas a salir en el fin de semana, que si tal amiga le dijo esto o que tal chavalo la dejó por esto, que no fuiste a clases por ir de shopping o que si tus frat brothers van a tener un off-campus. No quiero generalizar pero me e dado cuenta que aquí me rodeo de una sociedad que aveces llega a ser un poco superficial. Pensar que me encuentro en Estados Unidos, el pais donde la gente viene a tratar de cumplir sueños, el país de las oportunidades, el país que mis padres vieron como mi refugio en caso de que las cosas no salieran bien, el país que lo tiene todo, pero que ahora mismo se escapa entre las manos de su juventud.

Preguntar por aspiraciones se basa en juego de respuestas predeterminadas donde la mayoría decide quedarse en los márgenes de lo factual. ¿Qué paso con el sueño americano, con las ganas de progreso, con el deseo de una nación imparable? ¿Dónde comenzó este deseo de conformidad, donde quedo ese sense de que lo imposible no existe? ¿Dónde quedo el deseo de conocimiento fuera de los aspectos estrictamente sociales?

Y pensar que Nicaragua también se pierde entre su juventud, pero con la diferencia de que esta es por falta de educación, falta de orden, falta de recursos, falta de esperanza. Pensar que aquí la gente se deja llevar por la idea de estar y no soñar. Que no darían algunos ninos de mi país para tener estas oportunidades, que no daria yo para poder hacer de ello algo posible. Me levanto todos los dias y veo mi bandera alzada en el costado de mi cama, me sirve como recordatorio del por qué estoy aquí. Cada mañana me quiero dar por vencida, me cuesta adaptarme a esta sociedad la cual es tan distinta a la que yo estoy acostumbrada. Pero me gusta volar alto, pensar que un dia volvere para luchar por esa Nicaragua que cada dia se pierde más entre sus tantos problemas.  Puede que algunos no tengan las mismas oportunidades que yo o que las tengan y no las vean de la misma manera, pero ami me gusta creer que una persona es lo único que se necesita para generar cambios y aunque se que no soy la unica que piensa asi, creo que eventualmente lo voy a lograr.

“Mama no es la que te pare sino la que te cuida”, es un famoso refrán que me gusta usar para explicar mi nacionalidad. Por ley soy ciudadana americana, sin embargo, tras 20 años de vivir fuera, mi corazón se lo robo Nicaragua.

“Solo los Paranoicos Sobreviven”

Imagínate estar en Gottwald tomando una de tus tantas clases de ciencias, cuando de repente escuchas a gente correr por la puerta de tu clase y oyes el sonido de vidrios quebrándose a lo largo del pasillo. Tu profesor se alarma y los dirige a la salida, dejando la clase en pampa y agachándose para no ser visto por la ventana. Paras a una de las personas que vienen corriendo y le preguntas qué está pasando, esta te cuenta que se acaban de meter a robar y que hay que dejar el edificio.

Pareciera mentira, pero en Venezuela esto es una realidad.

Imaginate tener que escuchar historias asi seguidamente, pensar que la persona que te lo cuenta lo ve como algo normal, saber que cada dia estan peor y tener miedo de lo que el mañana le puede aguardar a uno de tus seres queridos. Está la vida de Isabella, una venezolana en la Universidad de Richmond.

Isabella es una niña bien simpática, siempre anda sonriente, abrazando a todo el que se encuentra y esparciendo mucho cariño por el lugar, sin embargo, mucha gente no sabe con lo que esta estudiante tiene que lidiar todos los días.

-“Me da miedo, mucho miedo, la inseguridad en Venezuela. Tengo miedo de despertar un dia y saber que algo le paso a alguien de mi familia”

Venezuela ahorita esta pasando por  una crisis económica, política e incluso social. Este país con el mayor abastecimiento de petróleo en latinoamérica, sufre de escasez, inflación, inseguridad y mucho dolor. Cada dia que pasa se hacen más seguidos los incidentes de violencia, la opresión del gobierno aumenta y la fe la población se limita. Sin embargo, Isabella ve una luz al final del camino; “Yo se que nos encontramos muy mal ahora, no me enorgullece, pero tengo fe en que todo se va a mejorar, lo se por que la juventud venezolana que yo conozco no es conformista y tampoco ciega, es una juventud de cambios y de grandes mentes, que unidos vamos a salir adelante”

Le pregunte que si ella se quisiera regresar a Venezuela cuando se gradue, hizo una pausa y me contesto: “La verdad quisiera obtener un poco de experiencia laboral en Estados Unidos, es una buena oportunidad, mi carrera es economía y desarrollo; justo ahora estoy en busca de pasantías en instituciones que ofrecen servicios financieros a personas de bajos recursos en países de desarrollo. Busco esto por que los entiendo, entiendo lo que pasan por que mi país es uno de esos países que la tienen duro. Me gustaría volver a mi país, yo me veo teniendo a mi familia ahi, pero nose como cambiaran las circunstancias más adelante o si se me darán otras oportunidades en otros lugares. Todo dependerá del tiempo para evaluarlo, ya que ahorita no es el tiempo mas optimo para regresar, pero tengo fe en el futuro por que ya estamos comenzando a dar los pequeños pasos para el cambio”

Se nos hace dificil creer que una sociedad, no tan lejos a la tuya, puede llegar a estas circunstancias. Pensar que en vez de tener a tus papás preocupados por lo lejos que estás, vos estás más preocupado por el lugar donde ellos se han quedado. “Solo los paranoicos sobreviven, es un dicho de mi papá, suena un poco fuerte pero es nuestra realidad” 

"Esta foto dice mucho" -Isabella

“Esta foto dice mucho” -Isabella

“Supongo que cuando estoy en El Salvador soy blanca y cuando pongo pie en Estados Unidos agarro color”

Se define como estereotipo a un conjunto de actitudes y creencias preestablecidas que son aplicadas, de manera general a determinados individuos, catalogándolos y encerrándolos dentro de ciertas categorías sociales. Los estereotipos son empleados ya sea si te encuentras en ambientes pequeños, como el grupo de amigos al que decidís integrarte en el colegio, hasta en grandes masas de personas que tienen algún tipo de similitud en su descendencia, religion o incluso su raza. Un ejemplo de esto es Latinoamérica, la cual constituye uno de los grupos más diversos en el mundo, sin embargo es víctima de muchos estereotipos.

Me encontraba sentada afuera de la biblioteca, Sabrina suponía reunirse conmigo a eso de las 3 de la tarde. El clima estaba fresco, se oían pajaritos cantando por ahí y se veían ardillas saltar de arbol a arbol. De lejos noté que estaba llegando, le levante la mano para hacerle saber que estaba aquí e inmediatamente giró entorno a mi direccion.

Sabrina es una niña alta, de pelo cafe claro, piel blanca y ojos color miel. Su inglés casi no tiene fallas y su español es totalmente Salvadoreño; nació en El Salvador y actualmente vive en El Salvador. Al llegar a la mesa, se sento y comenzo a contarme acerca de su dia, despues de unos 15 minutos de hablar, comenzamos la entrevista.

Le pregunté acerca de su raza, un tema que parece un poco confuso para cualquier latinoamericano blanco. Yo en lo personal, lo entiendo. Me contó acerca de cómo la gente se sorprende al saber que ella, una persona blanca, es de El Salvador.

-“La mayoría de la gente piensa que soy de Estados Unidos, pero supongo que entiendo de donde sacan esto; no cumplo con los estereotipos latinoamericanos.”

Latinoamérica está conformada por 20 países, mas de 6 tipos de razas y se hablan mas de 5 idiomas alrededor de ella. Sin embargo conformamos muchos estereotipos:

-”Que todos somos morenos (mestizos), que todos hablamos mal inglés, que vivimos en la selva o que todos somos inmigrantes; bueno talvez eso es un poco exagerado”

Le hable acerca de un estudio realizado por Darío Mizrahi, en el que plantea una situación en la que si latinoamérica tuviera sólo 100 personas, cuántas personas tendrían tales rasgos étnicos, tales edades, tales nacionalidades, etc. El estudio muestra que en la categoría de grupos étnicos, 35 de esas personas serían blancas.

-”La verdad no me esperaba ese porcentaje, lo que pasa es que en El Salvador noto que hay poca gente blanca, sin embargo, ver que de sí latinoamérica fueran 100 personas y 35 de ellas serían blancas, hace cambiar mi perspectiva”

Le dije que tenemos que tomar en cuenta que hay países donde la mayoría de la población es blanca y no mestiza; países como Costa Rica o Argentina, por ejemplo.

Pero al parecer en Estados Unidos, ser blanco no es solo el color de piel sino adonde naciste también. Cuando hablaba con Sabrina le conté acerca de cómo yo me he encontrado en situaciones en las que también traen mucha controversia. Yo me considero Nicaragüense, mis papas son nicaragüenses, vivi en Nicaragua toda mi vida, sin embargo, nací en Estados Unidos y a los 2 meses de vida me devolvi a Nicaragua. Cuando hablo de mi raza con gente americana, primero intentó hacerlos adivinar mi nacionalidad, siempre piensan que soy americana por mi color de piel (soy blanca) y mi ingles (fui a una escuela bilingüe). Cuando les digo que soy de Nicaragua, se sorprenden a como lo hacen cuando Sabrina cuando ella les dice que es de el Salvador. En eso me dicen “So you’re latina” y yo les respondo “a white latina”, sin embargo me he encontrado en situaciones donde “white latina” no es aceptado. “You are not white, you are latina” me han llegado a responder. En estos casos saco mi última tarjeta y les cuento acerca de que nací en Estados Unidos y me responden: “aaahh, so you are white, you are american.”

Sabrina me entendió y respondió : “Supongo que cuando estoy en El Salvador soy blanca y cuando pongo pie en Estados Unidos agarro color”

Pero ¿qué significa ser latino?

De acuerdo con Google, Latino se define como una persona de origen Latinoamericano. Sin embargo, mucha gente tiene un conocimiento erróneo de lo que la palabra constituye y la utilizan para definir una raza. ¿Como se puede generalizar la raza de 20 países en una palabra?

-“Me considero latina, por que me da una manera de conectarme algo más grande, conectarme a mi país, sin embargo no veo el término “latino” como una raza, sino como una densidad, una identidad grupal” me dijo Sabrina.

¿Que significa para vos, ser latina en Richmond?

-”Que soy ruidosa, que me gusta estar en familia, que soy más conservadora, que amo mi país y que me gusta bailar”

Y aunque esto podría constituir un estereotipo, no podria estar mas de acuerdo.

La lotería

Bárbara se levanta todos los días a eso de las ocho de la mañana. Se apresura para llegar a la cafetería y  comer un poco de desayuno junto a una tacita de café para empezar su día con energías. Siempre se le ve sonriente y lista para trabajar. Pero detrás de esta estudiante, a quien apasionan las ciencias y las matemáticas, hay una historia que vale la pena contar.

Nos encontrábamos en la cafetería, el estrés hacía presencia en el lugar; habían papeles repletos de ecuaciones matemáticas que se encontraban dispersos en la mesa. Su computadora estaba abierta y se veía reflejado en la pantalla, un proyecto que debía que entregar en un par de horas. Sus ojos parecían estar cansados y aparentaba estar esperando a alguien (alguien que no era yo).

Me senté y fui directa al punto para no hacerle perder el tiempo; ya habíamos quedado en vernos por mensaje de texto. Le dije que le haria preguntas acerca de su decision de venir a estudiar aqui.

-¿Por que los estados unidos? Le pregunte.
Pauso por un segundo y sonrio: “Primeramente por miedo. Cuando estaba pequeña me di cuenta que para entrar a una universidad en Brasil, tengo que pasar un examen general que cubre todas las materias que estudie hasta el momento de mi graduación. Senti que era demasiado. Escuche que Estados Unidos aceptaba estudiantes basándose en sus notas, me pareció que eso hacia mas sentido y desde ese punto en adelante decidí dedicarme a mantenerlas en alto.”

¿Que pensarias si te hubieras tenido que quedar en Brasil?
-“Me daría forzada a tomar deciciones muy rápido. Allá no es como aca; no tenes tiempo para explorar lo que te gusta. Cuando entras a la universidad, entras a una universidad que se especializa en lo que quieres estudiar y comienzas tu camino hacia la carrera inmediatamente. Es mi segundo semestre en Richmond y aun no he decidido a que me quiero dedicar.”

¿Cómo está la situación en brasil actualmente?
-“Estamos pasando por mucho trauma político y económico, el cual me hace tener miedo todos los días acerca del futuro de mi país.”

¿Extranas a brasil?
Mientras miraba al suelo me contestó: “Mucho.”

¿Te gusta la universidad de Richmond? ¿Te sientes comoda aqui?
– “Me gané una beca para venir aquí y esa beca incluía un pasaje para visitar. Cuando vi el campus me enamoré, decidí que esta seria mi escuela y hasta ahora no estoy arrepentida. Aveces siento que no logro comunicarme bien, por mi barrera de lenguaje, sin embargo todos los días intento mejorar mi inglés. Debo de decir que no puedo generalizar, pero hay muchos americanos que no están interesados en mi cultura y lo que traigo de ella, sin embargo, hay americanos que si han mostrado interés y se han vuelto buenos amigos míos. Además que la comunidad latina a formado gran parte de mi desarrollo aquí, por que nos mantenemos siempre unidos ya que compartimos muchas de las mismas costumbres.”

¿Queres regresar a brasil una vez que te gradues?
-“Nose. Nose como nos encontraremos en un futuro y nose que otras oportunidades se me pueden abrir.”

En ese momento decidí cortar la conversación. Le cambie el tema y le pregunte que si necesitaba ayuda con su tarea. Me habló de su estrés mientras revoloteaba los dedos de sus manos con el teclado de la computadora. La conversación siguió fluyendo por sí sola, no era algo de preguntas y respuestas.

En eso me contó acerca lo ocupado que es su horario. Me contó acerca de lo dificil que es mantener una beca, todo el tiempo y dedicación que tenes que ponerle a las clases; algo que de por si no le molestaba mucho, pero si le cansaba un poco. Ella sentía que se había ganado la lotería; venir a estudiar a los Estados Unidos significaba eso.

Aveces pasamos por desapercibido lo afortunados que somos de estar en donde estamos, sin embargo siempre hay gente que te hace recordarlo.

Cómo te sientes en este momento? Le dije antes de irme.

-”I’m lucky” me respondio.  

Mis Cronicas

El sonido de campanas computarizadas haciendo bulla a eso de las 5 de la tarde. La cantidad absurda de charcos de agua dispersos por el lugar. Las botas marca tal tal que se ven siempre al caminar. Caras repetidas, melenas rubias vestidas de colores pasteles,  voces agudas y un remate de energía que parece ser producto de una “never-ending” taza de café. Todo esto y más, forma parte de la experiencia en una caminata alrededor de la Universidad de Richmond.

El propósito de mis crónicas será dar un vistazo a lo que está detrás de las caras que se ven al caminar, particularmente las historias de una minoría. Sera una version de “Humans of New York” pero alterado a “Spiders of Latin America” o “Arañas de Latinoamérica”, con la finalidad de revelar los pequeños secretos que se esconden tras la inscripción de estas personas en la Universidad de Richmond.

Mi blog servira como una puerta a la historia de distintos latinoamericanos que decidieron venir a ejercer su carrera aqui; se enfocara en que dejaron atras, que buscan en el futuro, por que eligieron la Universidad de Richmond y como ha sido su experiencia hasta ahora.

Me llamo Adriana Ramirez, soy de Nicaragua, me encuentro en mi segundo año de universidad y estoy estudiando una doble carrera en comunicaciones y estudios internacionales. Me apasiona el arte y me encanta escribir poesía. Me encantan los versos de Ruben Dario y entre sus lineas mas famosas, mi favorita es “Si la patria es pequeña, uno grande la sueña.” Me siento identificada con esta frase porque así es como veo el futuro de mi país ; como un sueño. Un sueño que solo se hara realidad si todos nos unimos a luchar por cumplirlo.

Colas en Venezuela

Foto de Anfibia

Foto de Anfibia

Cuando leí el titulo “La comida como campo de batalla”, no solo tuve confusión acerca de lo que esto se trataba, sino tambien un gran interés en la imagen que a este título se le habia dado de fondo. Note que parecía ser un supermercado e inmediatamente cuando leí “Bienvenidos a Gab plaza Venezuela” en el costado de la foto, decidí que sería interesante leer esta pieza.

Aveces pasamos por desapercibido lo afortunados que somos al vivir en Estados Unidos.  Tener el acceso a una buena educación, el acceso a una democracia, incluso tener acceso a las cosas más sencillas como poder ir al supermercado y comprar lo que necesites, sin tener que pagar precios absurdos o hacer colas que duren horas. La crónica que leí fue escrita por Marco Teruggi, y “cuenta el complejo entramado de intereses que entran en juego detrás de las largas filas diarias para comprar alimentos” en Venezuela.

Venezuela es actualmente el país con mayores niveles de inflación en el mundo. Durante los últimos años, el gobierno ha reforzado la regulación de los precios de los productos básicos, lo cual desincentiva su produccion e importacion, haciendo que influya como causa de escasez.

La fila en los supermercados se ha vuelto parte del dia a dia de los venezolanos, hay veces que tienen que hacer fila de hasta 4 horas bajo el sol. La crónica explica lo que pasa detrás de todo el enredo sobre la falta de productos en los supermercados. “La guerra económica nunca cesa. Es una de las aguas que más pueden arrastrar. Una, sí. Combinada con los ataques comunicacionales, geopolíticos, de calle, y con paramilitares ocupando territorios, produciendo mayores índices de violencia.”

Me pareció que la crónica fue muy interesante y a diferencia de otra crónica de Marco Teruggi que leí en Anfibia anteriormente, esta pareció ser más centrada en presentar datos e información, en vez de ser más inclinada a lo literario, lo cual me demostró la versatilidad del autor. Teruggi presentó un análisis crítico e hizo un buen trabajo reportando desde un punto de vista relativamente neutro.

El Faro: “El futbol se instala en la Nicaragua beisbolera”

Cuando la maestra dio luz verde para explorar otras revistas, inmediatamente decidí tornar mi mirada a El Faro. Mi interés se debía a que esta revista era de origen centroamericano; es Salvadoreña. Senti que seria la oportunidad perfecta para explorar temas que primeramente me provocan más interés y además presentaria noticias que se acercan más a mi realidad; soy Nicaraguense. Al ver el tab de “Noticias Centroamericanas”, me ilusione, pense que podria encontrar una noticia interesante de mi país: acerca de todo el desastre que estamos pasando. Moviendo mi mouse entre los titulos, alfin vi pasar una noticia donde encontré escrito “Nicaragua” y sin más pensar, dije que esta sería la que me tomaría el tiempo de analizar.

El titulo decia “El fútbol se instala en una Nicaragua beisbolera” (escrito por Julia Rios) y sin decir mas, me senti identificada. En breve, la crónica habla de cómo el fútbol se ha hecho mucho más popular en Nicaragua en los últimos años, donde antes el béisbol era lo único deporte por el cual un estadio se llenaba. De pequeña siempre fui amante del beisbol, porque mis abuelos, mis tíos e incluso mi papa,  me habian ensenando a amar este deporte como parte de ser Nicaraguense. Mi hermano, por la otra parte, desde pequeña me enseñó a querer al fútbol. Entonces pensé que el análisis de esta crónica sería sencillo y podría permitirme compartir mi opinión sobre el tema. Sin embargo, después de la visita a esta revista, el tema de la crónica no es lo que quiero cubrir.

La revista no es llamativa, es un poco desorganizada y para leer las crónicas tienes que darle click al botón de imprimir. Cuando comencé a leer mi crónica, el resumen de lo que esta hablaria, fue lo unico que me termino gustando de el texto en general. No por su contenido, sino por la forma en que todo estaba escrito. Habían diálogos, pero estaban desorganizados y venían de distintas personas. Cada párrafo saltaba de una cosa a otra, como que si el autor no tenía mucho interés en cubrir el tema y solo metio toda la información a cómo la iba consiguiendo. Había presencia de oraciones que estaban mal redactadas, parecía que no se habían tomado el tiempo de chequearlas antes de publicarlas; “El fútbol es cada vez más popular en el país en el béisbol aún es el deporte rey.” Habían oraciones a las que les faltaban comas o signos de puntuación, y también oraciones a las que les sobraban. En pocas palabras, quede muy desepcionada.

Para ver la Cronica haz click aqui.

“La encontraremos o nos encontrara”

“Todo se movió. Un error. Nada cambió en lo que debe ser hecho: encontrarla” escribe Marco Teruggi, en su pequeña composición que parece denotar una crónica literaria. El tema central de la crónica es la agonía, la angustia y la total ilusión de reencontrarse con la desaparecida Clara Anahi.

Foto de Clara Anahi

Foto de Clara Anahi

“Por unas horas estuvimos junto a Clara Anahí”, remarco Marco cuando cuenta la historia de un malentendido al haber creído encontrar a la nieta de Chicha Marini. El subtitulo de la crónica indica inmediatamente que el encuentro no se dio; “después de vivir el encuentro con la supuesta hija de su tía desaparecida hace 39 años”. Sin embargo cuando uno comienza a leer la crónica, el encuentro parece real; o por lo menos eso demostraron las emociones al creer que la mujer que decía ser Clara, lo parecía.

He leído muchas crónicas de la revista Anfibia y siempre había encontrado similitudes entre cada una, sin embargo, esta crónica cambio mi perspectiva. No solo se caracterizo por ser pequeña (usualmente son extensas), sino también por que muestra ser mas literaria que informativa. La crónica es muy emotiva, se enfoca mas en lo que la gente esta pensando en vez de lo que esta pasando. El escrito pareciera un pequeño ‘glance’ a un momento de la vida de alguien. Me recuerda a Un episodio de viaje por la forma que esta fue escrita; rápida, detallada y parece ser basada en pensamientos.

“La encontraremos o nos encontrará. No hay duda” fueron sus palabras de esperanza que han perdurado ya por muchos años.

“La Tierra Prometida no llegaba ni a la mitad de lo que les habían dicho que seria”

Foto de la Revista Anfibia (Martin Kraut)

“Ni karma ni casualidad: política excluyente” por Natalia Gelos y Cecilia Calderon, es el titulo de la crónica que decidí tomarme el tiempo de comentar. Tras ver algunas de las imágenes en el articulo, no fue solo impactante sino también revelador, ver esta parte de Argentina que no tenia idea que existía. La crónica presenta una combinación de pequeñas historias de algunos de los residentes del Barrio Carlos Mugica; un vecindario en Buenos Aires donde se pretendían relocalizar 2527 familias y el día de hoy solo 513 han sido parte del proyecto.

El Barrio Carlos Mugica suponía ser un pequeño rayo de esperanza para personas de escasos recursos que vivían en condiciones lamentables. Pero por lo contrario, la cronista comenta, “es un lugar que parece pensado para recibir familias que “sobran”, que “no merecen” vivir en la Ciudad.”

El articulo por si solo podría crear las imágenes que lo acompañan; las descripciones son bastante vivas y uno se siente transportado al lugar cuando las lee. También es muy rico en dialogo, lo cual hace que le de mas tono a la historia; lo hace mas personal. El titulo dice mucho, parece estarle dando una bofetada a los residentes del barrio; en el sentido que ellos no tuvieron la culpa de encontrarse en esta situación, sino que son parte de un proyecto fallido del Gobierno. “No es casualidad, ni Karma; es consecuencia de una política excluyente y discriminatoria.” Por ultimo, el lenguaje es coloquial y fácil de seguir, por lo que se podría concluir que se dirige a una audiencia amplia.

Visita a la Revista Anfibia

CION_003_Page_32Imágenes vivas, títulos llamativos, temas controversiales y simplicidad en el diseño, son algunos de los tantos elementos presentes en la revista Anfibia. La descripción de la pagina, “una revista digital de crónicas, ensayos y relatos de no ficción que trabaja con el rigor de la investigación periodística y las herramientas de la literatura”, no es solo precisa sino cierta. Tras leer algunas crónicas, me pareció importante remarcar la perfecta mezcla entre periodismo y literatura, la sencillez y originalidad de las imágenes; fotografías llenas de mucho color. Ángulos inusuales de la noticia, que además llaman la atención. Todo esto y mas que aun me falta por descubrir.

 

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