Hermoso, Unico, lleno de vida. Estas son algunas de las palabras con las que se puede describir al mercado invernal de la ciudad de Colonia, Alemania. Estando parado en las estrechas callesitas de piedra, uno se puede imaginar a las antiguas poblaciones que en algun momento residian ahí. Las mujeres con sus vestidos cargando el pan bolillo y frutas de regreso a casa mientras algunos militares patrullan la ciudad en sus caballos y sus armaduras de metal. El zapatero de la esquina que tratando de hacer un poco de dinero golpea y golpea con su martillo. El bar de cada comunidad, con gritos de diversion, risas y el inconfundible olor a cerveza vieja. Pero aun imaginando todo eso lo primero de lo que uno se da cuenta, son los sonidos de toda la muchedumbre que atasca las pequeñas callesillas. Los pasos, un sonido tan indistinguible y al mismo tiempo tan claro. Las voces, todas felices y llenas de emoción. Las canciones navideñas que calman el alma y a las cuales no puedes escapar.
Es entonces cuando uno se empieza a percatar de todo lo demás. La cantidad de gente es imponente para la pequeña ciudad, el cielo esta claro y hay sol pero, sin embargo, todavía se siente el duro y penetrante frío en la piel y los huesos. Las tiendas alrededor son pequeñísimas y parecen estar integradas a los edificios como si fueran cubos que encajan perfectamente con las fachadas de piedra y las señales de madera. Al caminar a travez de la calle eventualmente se llega a la plaza donde ocurre el mercado navideño. lo mas impactante es la catedral de Colonia, imponente con sus muros de piedra gris y desgastada por los años. En la plaza se encuentran exactamente 150 pequeñas cabañitas donde los artesanos y cocineros venden sus productos navideños. Me refiero a ellas como cabañitas ya que todas y cada una están hechas con troncos de arboles cortados y tienen techos de madera verdes. Al pasar por ellas puedes ver al carpintero vendiendo sus creaciones y juguetes de madera pintados con colores brillantes. También puedes ver a la viejita con sus gafas vendiendo libros antiguos y populares o se pude ver a la señora de los quesos. Todas las cabañas son del mismo tamaño y los vendedores tienen que encontrar formas creativas de administrar su espacio. Las únicas cabañas que son mas grandes excepto las que sirven comida y bebida, ya que tienen bancas para sentar a los clientes. Estos lugares venden comida típica alemana como los bratwurst, que son salchichas grandes que se cocinan y se comen con mostaza por si solas. Sin embargo, lo mas popular durante el festival navideño es el Glühwein. Una bebida única Alemana que se toma solamente durante la temporada de invierno. El Glühwein es un vino hecho con especias y calentado. Es el único vino en el mundo que se toma caliente. Esta bebida se sirve en curiosas tazas en la forma de botas navideñas. Una vez terminada tu taza de Glühwein puedes volver a llenar tu taza, ya que ahora la taza te pertenece a ti y es un bonito recuerdo no solo de Alemania pero también de la habilidad alcohólica para tomar una bebida usando una bota como recipiente. No importa cual sea tu preferencia en el mercado navideño de Colonia hay algo para todos. El mercado se convierte en un lugar único y lleno de vida. Todo esto en una pequeña ciudad en el oeste de Alemania.