Un juego de Ajedrez. Así es como empieza esta crónica. El líder de los Monos, un cartel de la ciudad de Buenos Aires, quería aprender a jugar ajedrez. Aunque parece al principio algo muy banal, la crónica entera esta escrita en forma de juego de ajedrez. Un juego estratégico en el que se mueven las piezas. El cartel de los monos mueve sus pieza en un juego contra las autoridades. La crónica hace un muy buen trabajo de contar cada movimiento, pieza por pieza (El suegro, el amigo, el viejo, etc.). Pero finalmente los monos pierden la partida de ajedrez. Esta derrota se debió a que, mientras jugaba sus piezas, el jefe de los monos nunca se dio cuenta que de que algunos de sus peones eran del otro color y por lo tanto acabo traicionado por aquellos en los que el confiaba.
En términos de la crónica en si, se puede apreciar un aspecto muy interesante: la escritura de esta. La crónica empieza como si fuera libro, contando la historia del juego de ajedrez. Sin embargo, después cambia ha una forma de escritura mucho mas periodística en la que se relatan eventos de la historia de los Monos. Pieza por pieza se va revelando los movimientos que sucedieron en la historia y como los monos llegaron hasta el final de su partida. Todo desde los eventos insignificantes hasta las altas traiciones se conectan para demostrar que fue lo que sucedió con un cartel, el cual ahora apenas y tiene poder sobre el area de Buenos Aires. Lo mas interesante es que al final se revela que el cartel de los Monos nunca fue importante, solo uno mas de los tantos que hay por Argentina. Y todo eso después de haberlos comparado con el cartel de Medellin.