La crónica es sobre Julio Hancco. Hancco es un campesino de los Andres que cultiva trecientas variedades de papa. Estas papas son reconocer por sus nombres. Tienen nombres como la cuerno de vaca y la gorro viejo remendado y muchos otros. Fue premiado con el Ají de Plata en el festival gastronómico Mistura y ha recibido a investigadores de Italia, Japón, Francia, Bélgica, Rusia, y Estados Unidos. Estas personas son muy impresionado con la variedad de papas que Hancco puede crecer. La papa es el primer vegetal que la NASA cultivó en el espacio por su capacidad para adaptarse a ambientes diferentes. “Hancco bromea diciendo que, si fuese más joven, se iría a vivir a la ciudad o a otro país. Pero si le preguntan en serio dice que no: que no dejaría a sus animales. Pero además —dice— en sus tierras al menos come lo que quiere. Allí come papas y come chancho, llama, alpaca, cuy, conejo. En la ciudad, en cambio, todo es fideo, arroz, galletas.” Hancco no piensa que fideo, arroz, y galletas son comida. El tono de la crónica es impresionado y dramático. Se demuestra en frases como “Sabemos dónde se fabrica un IPhone, cuál es el hombre más rico del mundo, de qué color es la superficie de Marte, cómo se llama el hijo de Messi, pero no sabemos casi nada de los alimentos que comemos a diario.” Este frase es muy dramático y superfluo. Pienso que este es una tendencia en la revista. Las crónicas son muy específicos sobre el tópico, las papas en este caso.