Usted se vuelve a casa después de una carrera larga y exitosa. Usted está respirando pesada y tiene la boca seca. Usted se recompensa con un vaso de agua. Usted agarra un vaso y abre la llave. Como llenar el vaso, se da cuenta que el agua no es perfectamente clara, pero usted está tan cansado y deshidratado. Usted lo ignora y traquetea rápidamente. Por último, no está deshidratado, pero ahora está preocupado. El agua no tienen el mismo sabor y tenía un olor rancio. ¿Se supone agua para tener un olor o sabor?
Este episodio se describe un escenario que ha ocurrido a cientos de residentes en Flint, Michigan. Las tuberías de agua de la ciudad, sin saberlo, han contaminado el agua de la ciudad. No sólo el suministro de agua sido afectado, sino también la salud de los ciudadanos.
Los altos niveles de plomo descubierto en agua de la ciudad tiene importantes implicaciones peligrosas para la vida de todos los residentes, jóvenes y viejos. Un surtido de problemas puede surgir a partir de agua de plomo incluyendo dificultades de aprendizaje, la anemia, la enfermedad del legionario y las formas de cáncer. Los efectos del plomo son especialmente devastadores para los niños pequeños. Este desastre ha determinado la vida y el futuro de los niños Flint de una necesidad fisiológica.
La crisis del agua y la falta de urgencia para resolver este problema de salud pública demuestra las desigualdades económicas que prevalecen entre las diferentes ciudades de América. Estas disparidades en la riqueza crean una completa trayectoria de las limitaciones sociales y el riesgo para una ciudad como Flint. La crisis del agua inculca miedo y roba placeres simples. Un padre de Flint, admite, “es difícil de explicar a sus hijos por qué no pueden jugar en un lago local o darse un baño”.
Flint, Michigan es históricamente conocida de tener un ingreso anual inferior a la media per cápita, lo que impide la movilidad social y económica para todos los residentes. Sin embargo, si una atrocidad se produjera en una de las ciudades más ricas de los Estados Unidos como Bridgeport, Connecticut, el problema se habría resuelto en momentos o nunca hubiera pasado nada. Finalmente, con la atención del público sobre la crisis del agua en Flint, los funcionarios y los investigadores están finalmente arreglando el desastre, buscando soluciones, y salvando la ciudad.
http://www.bloomberg.com/news/articles/2015-11-05/these-are-the-20-richest-cities-in-america
Fantástica crónica, Vanessa! Me encantan los distintos medios que usas, mapas, enlaces, fotos, y la forma personal y directa con la que comienzas sin olvidar los datos. ¡Bien hecho!