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La dedicación extrema

Leí la crónica “Vomitar es un acto con sentido” por María Inés Landa y Julieta Rumi de Anfibia.

Se trata del deporte de Crossfit y habla de la dedicación extrema de los atletas que lo practican. Menciona las heridas y el daño permanente que enduran para perseguir el régimen.

La crónica fue escrita por una cronista y una socióloga, así como lectores podemos ver esta mezcla de estilos fácilmente. La cronista ha contribuido su parte con la inclusión de diálogo y de entrevistas personales con los atletas. Podemos ver el estilo de la socióloga en la distancia entre las autoras y los lectores. No incluyen el “yo” y describen las situaciones de una manera de observar en investigación. No es una conversación personal entre las autoras y el público, pero es una explicación de lo que ven con la inclusión de algunas perspectivas personales.

Las autoras hacen referencias a la guerra y el entrenamiento de los soldados para explicar las acciones de las personas que participan en Crossfit. Estas comparaciones permiten que los lectores puedan entender mejor las cosas inimaginables que estos atletas se hacen pasar. Además de este lenguaje de metáforas, las descripciones son tan detalladas que podemos ubicarnos figuradamente en el centro de Crossfit con los atletas. Podemos imaginar su fuerza física e indudablemente mental también.

Aunque el lenguaje cree una distancia entre los lectores y las autoras por el uso de un tono muy parecido a lo del periodismo, la inclusión por parte de la cronista de diálogo y de entrevistas personales nos hace sentir más cerca de la acción de la crónica.

Atrapado en un cuerpo de otro género

Para esta semana, elegí una crónica de otra revista por causa de un problema con El malpensante. Elegí una crónica que se llama, “Nunca es el cuerpo equivocado: la experiencia de la niñez trans,” por Julia Muriel Dominzain y Valeria Pavan que fue publicado en Anfibia.

La crónica se trata de la idea de niños transexuales y los problemas con que enfrentan durante la juventud. También, explica el concepto del género como una “construcción ideológica, una especie de ley cultural, política, moral.”

El tono de la crónica cambia a lo largo de la escritura. En unos momentos, los autores usan un tono muy profesional para explicar la distinción entre el sexo y el género. Cuando están tratando de comunicar la idea de la construcción del género por la sociedad, usan un tono más educativo. Enseñan estas cosas, pero en otros momentos usan un tono mucho más conversacional.

Incluyen diálogo con los niños y con los padres de los niños que experimentan estas cosas. Este aspecto agrega un tono más personal a la escritura. Podemos como lectores conectar con los niños y sus familias para sentirnos más cerca de estas personas y las cosas con que enfrentan.

La mezcla de estos dos tonos representa perfectamente la idea de la crónica. El tono más educativo se parece mucho al periodismo, pero al otro lado el tono más personal se parece mucho a la literatura. Por eso, esta crónica en particular sirve como una mezcla y un equilibrio perfecto entre los dos aspectos importantes de todas crónicas.

Tres postales de Egipto

Para esta semana, leí la crónica “Tres postales de Egipto” por Karim Ganem Maloof. Fue publicado en la revista El malpensante en la edición no. 164, o en junio de 2015. La crónica se trata de tres piezas individuales de El Cairo.

La primera parte se llama “Matrimonios de una noche.” En esta sección y en todas, habla de un punto de vista de la primera persona. Establece su cercanía al cuento con esta contribuccion, pero también hay una distancia entre el autor o el narrador y los otros personajes de la crónica por algunas razones.

Una razón es la generización del autor y de todas las personas que aparecen en la crónica. Ganem Maloof es una mujer y demuestra esta realidad con su lenguaje, especialmente en la primera sección. En esta sección, un hombre “macizo [y] cuadrado” viene a su puerta. Viene con otros hombres quienes también emanan un aire de masculinidad agresiva. La narradora habla de su miedo a estos hombres, así que estas descripciones y el uso de estas adjetivas indican una separación entre la narradora, una mujer, y la mayoría de los otros personajes de la crónica que son hombres.

Hay más distancia entre la narradora y las personas de la crónica porque hay una diferencia entre los idiomas. Los hombres que vienen a la puerta hablan árabe, pero ella no entiende este idioma. Cuando confesa que no habla árabe, los hombres ríen. Esta diferencia agrega a la distancia entre la perspectiva de la narradora y la gente de que habla.

En total, la crónica tiene un estilo muy personal. Como lectores, podemos sentirnos las emociones de la narradora. Cuando ella se siente asustada, podemos sentirnos asustados también porque describe las situaciones con tantos detalles. Podemos ponernos en las mismas situaciones que ella describe porque explica lo que ve además de lo que oye. Por eso, estamos rodeados figuradamente por las mismas cosas que rodean ella.

Introducción

Durante este semestre, voy a explorar las crónicas, especialmente las de la revista, El malpensante.

Hace veinte años, se fundó El malpensante en Colombia. Ahora representa uno de los principales referentes culturales del país. Garantiza que todavía es una fuente de credibilidad y de información de calidad.

El sitio tiene muchos tipos de periodismo y literatura, incluyendo ensayos, entrevistas, poesía y por supuesto, crónicas.

La mayoría de las crónicas se parece muy cortas, pero se usan unas fotos en cada crónica. Sin leer tantos artículos, puedo ver que los autores escriben sobre una variedad de temas. Algunos son muy progresivos y otros hablan de la historia de Colombia, de poblaciones dentro de Colombia o de otros lugares en América del Sur.

Las crónicas incluyen un elemento de contacto directo con el sujeto de la crónica. Puede ser en forma de una entrevista, una foto del sujeto o una foto del ambiente alrededor del sujeto. Estas técnicas se dejan los lectores conectar con la persona en el cuento. Por eso, el lector se identifica más con los personajes de la crónica.

En total, las crónicas del malpesante me parecen muy buenas e interesantes. Estoy entusiasmada a leerlas.