Hemos aterrizado. Ojeo por la ventana para ver este lugar que supongo que es mi nuevo hogar. Hay aviones y vehículos extraños. El intercomunicador está produciendo ruidos otra vez y aunque la voz está hablando en dos idiomas, no puedo entender. He estudiado un poco de inglés, pero con tantas personas y tantos ruidos, no puedo traducir lo que la voz dice.
Seguimos a la gente y recogemos nuestras cosas. No tenemos mucho, pero tenemos algunos documentos importantes además de las cosas que trajimos de Somalia.
Estamos caminando por el aeropuerto, pero sólo podemos seguir las personas porque todo es escrito en inglés y no podemos leerlo. Todos se ven tan raro aquí. Los hombres se visten en pantalones extraños y ninguna mujer está cubierta como mi madre y yo. ¿Por qué quieren que todos vean a ellas como eso? ¿Por qué todos nos están mirando como así?
Finalmente, vimos a un hombre con un anuncio en somalí, el idioma que puedo leer. Mi madre no puede leer, pero todavía le dio cuenta de que el anuncio fue para nosotros.
Nos acercamos al desconocido y nos saludó en somalí. Hubo una mujer joven con él, pero ella no habló. Sólo sonrió y nos saludó con la mano. Salimos con ellos y manejamos por la ciudad de Atlanta. Los edificios fueron tan altos sin ningún árbol a la vista. ¿Cómo puede ser esta lugar tan grande mi nueva patria?
Cuando llegamos a nuestro nuevo apartamento, la mujer empezó a mostrarnos todos los atractivos del departamento y el intérprete nos explicó todo. Estuvimos exhaustas y finalmente salieron.
En los días siguientes, mi madre y yo nos reunimos con esta mujer y el intérprete mucho. Firmamos tantas papeles y formas que no entendimos. Empecé las clases de inglés y mis habilidades de hablar y entender inglés habían mejorado, pero todavía necesitamos el intérprete.
Todavía tenemos mucho de aprender. Aún no me siento cómoda aquí en los Estados Unidos. Las personas son extrañas y hacen cosas raras. No entiendo muchas cosas todavía.
Recuerdo un incidente en que mi madre y yo estuvimos en la oficina. Mi madre necesitó agua en una toalla. Le dije a la mujer, y ella señaló al grifo. Mi madre fue a la pila, pero no supo cómo encender el agua. La mujer nos hubo enseñado cómo usar el grifo de nuestro apartamento, pero este grifo fue diferente. En este momento, creo que la mujer le dio cuenta de que su lección corta no fue suficiente para ponernos al día.
Hemos estado aquí en este país por un mes. Mi madre todavía no entiende inglés, pero voy a empezar un trabajo pronto. Trabajaré en una fábrica y me dijeron que tengo que quitarme el jilbab. Puedo cubrir mi pelo, pero no puedo llevar la cosa entera. Estoy nerviosa, pero he aprendido que voy a estar nerviosa antes de casi todo aquí, pero es mi vida ahora y tengo que aceptarla.
Estoy emocionada a ver mi futuro aquí en los Estados Unidos. Espero que un día pueda regresar a la escuela, pero primero necesito ganar dinero para que mi madre y yo sobrevivamos en este país. ¿Quién sabe dónde podemos ir en este país tan seguro y tan lleno de oportunidad?
Excelente crónica, Cecilia! Sería interesante contrastar las visiones de otras etnias sobre este país.