Motivos #NiUnaMenos
Antes de compartir los sucesos importantes de Ni una menos es necesario explicar sus fundamentos y definir los tipos de violencia que esta organización busca erradicar.
La forma de violencia más común en latinoamérica es la violencia doméstica que consiste en una relación abusiva de parte de un miembro de la familia hacia otro, en la mayoría de los casos las víctimas son mujeres y niñas. En esta pueden estar implicados diferentes tipos de abuso. El abuso físico consiste en una agresión no accidental que usa la fuerza física junto con otros objetos y sustancias para afectar al otro. El abuso sexual implica la actividad sexual forzada o con falta de consentimiento de uno de unos de los participantes. Y, por último, el maltrato emocional consiste en agresiones psicológicas que inciden en la dignidad, integridad y autoestima del subordinado.
El maltrato intrafamiliar empieza con el comportamiento controlador de uno de los miembros de la relación, este sentido de superioridad se intensifica progresivamente con el tiempo hasta convertirse en un abuso persistente que infringe a la víctima de sus derechos básicos como ser humano. Sin la intervención requerida, esta forma de violencia podría causarle a la víctima su deterioro psicológico, problemas graves en su salud e incluso su muerte.
Las víctimas muchas veces deciden no denunciar el maltrato propio de su entorno debido a los lazos afectivos que mantienen con el agresor, el miedo a que sus casos no sean tomados en cuenta por las autoridades, las amenazas impuestas por su abusador, la vergüenza del maltrato vivido o la esperanza misma de que algún día su pareja “se arrepienta”. Su deterioro mental y físico las impide reconocer el ambiente tóxico en el que viven, lo que causa que su situación persista hasta ser vista como algo normal.
Aunque el maltrato doméstico es la forma de violencia hacia la mujer más común en América Latina y el Caribe, las mujeres son víctimas de violencia de género en todas partes, dentro su trabajo y escuelas, al tomar un bus o metro, al caminar por la calle e incluso al usar redes sociales. De acuerdo con las Naciones Unidas, 14 países latinoamericanos están entre los 25 países con mayores tasas de feminicidios en el mundo.
